Educar en bondad
Si al final de la crianza pudiera decir que he ayudado a mis hijos a vivir en bondad, me daría por satisfecha. Ni más o menos listos, ni más o menos creativos, ni siquiera divertidos: con la bondad, me basta. No hace mucho mi hija de 8 años me escuchó quejarme por dar el pecho… Seguir leyendo